Pérfil de mercado del sector de software y servicios informáticos (SSI) en la República Argentina : Informes especializados PromPerú

El sector está integrado por un millar de firmas, incluyendo multinacionales, grandes empresas de capital local, y una gran fragmentación de micro, pequeñas y medianas compañías.
Éstas últimas (MIPYMES) representan el 98% del total, e integran una trama de sociedades aún dirigidas por sus socios miembros, generalmente no más de cinco socios por firma.
El estereotipo de estas compañías es de reciente constitución, con entre 5 y 10 años de funcionamiento; sólo una minoría tiene más de 20 años funcionando.
La facturación de estas firmas proviene principalmente de desarrollos a medida de sus clientes, y en menor medida del licenciamiento e implementación de productos propios. Estos dos conceptos representan cerca del 70% de las ventas de las empresas nacionales del sector.
La mayor concentración se da en las ciudades de Buenos Aires y Córdoba, pero existen clusters de micro y pequeñas empresas en prácticamente la totalidad de las provincias argentinas.
Existe un importante déficit de recursos humanos que las empresas buscan resolver de distintas maneras, incluyendo la subcontratación hacia las ciudades de menor población del interior del país, así como mediante la locación de servicios de profesionales independientes que trabajan para más de una firma a la vez.
Argentina es un exportador neto de Software y Servicios Informáticos (SSI), vendiendo al exterior montos que triplican las importaciones; los destinos predominantes son Estados Unidos, México y
Chile, en ese orden.
En el mercado argentino de SSI, el sector más competitivo es el de software de gestión, con predominancia de ERP (Enterprise Resouce Planning).
La tendencia en software de gestión marca un camino hacia la especialización vertical, para evitar la competencia genérica.
En cualquier caso (independientemente de si es una solución para una industria determinada o un software de gestión genérico) la clave en la comercialización es llegar al cliente por medio de sus asesores técnicos contables o en procesos productivos.
En cuanto a la subcontrataciones, las empresas entrevistadas para la elaboración de este documento señalan los países Latinoamérica como la fuente más habitual; hay varios motivos para ello: manejo del mismo idioma, cercanía geográfica y cultural, la ecuación de costo –beneficio es favorable, la cantidad de Recursos Humanos son limitados en Argentina y es mas fácil y cómodo realizar un soporte remoto.
Sólo una minoría instalan centros de desarrollo propios, prefiriendo generalmente subcontratar a firmas locales.
Los expertos del sector señalan que la atención no debe focalizarse en el costo horario del trabajo de un programador, sino en la agilidad y calidad de su producción, por cuanto se han evidenciado diferencias de productividad significativas, tanto en la comparación con otros países latinoamericanos como dentro del territorio argentino.4
Asimismo, es importante que los líderes de equipos cuenten con calificación como directores o administradores de proyectos (project-management), especialidad que resulta una debilidad recurrente en las empresas argentinas, tal como lo señalan los documentos sectoriales.
Para asegurar la correcta ejecución de las actividades también será apreciable que las potenciales subcontratistas cuenten con una norma de calidad, siendo la más común la ISO 9001/90003.
Con relación a ello, debe tenerse presente que el régimen de promoción vigente incentivaba fuertemente, mediante desgravaciones fiscales y subvenciones, la adopción de sistemas de gestión de calidad certificables exigiéndolo como requisito de acceso a los beneficios.
Como consecuencia estas normas están muy difundidas y ya son un patrón común en el entramado local.
En cuanto al software destinado al consumidor final, existe un alto grado de piratería en este segmento.
Sin embargo hay muy buenas oportunidades para todo lo que implique comercio electrónico de bienes y servicios.
Las oportunidades de promoción se concentran en las ferias comerciales o exposiciones industriales de carácter sectorial, para aquellas empresas que ofrecen soluciones verticales especializadas.